Mis Historias

Mama a medias

Después de 37 semanas deseando verla, me la acercan unos cinco segundos y se la llevan, ha nacido, esta bien, pero no puedes estar a su lado, el 23 de diciembre lo lleve bien dentro de la situación, había nacido, estaba mejor de lo previsto, y yo media ida de tantos calmantes por la cesárea ( las contracciones de después son horribles, pero solo duran unas horas). Solo quería que llegara la mañana siguiente para poder bajar a verla, esa noche las enfermeras me dan un yogurt y me dicen que si me sienta bien y me doy levantado, por la mañana bajare  junto Aroa. Creo que en ese momento te das cuenta de que el amor por un hijo mueve montañas, porque estás rota (literalmente por dentro) pero verla a ella te hace superar todos los dolores.

La mañana del 24 me levanté de nuevo andando como un pato mareado, me duche y por fin pude bajar a ver a mi pequeña, el shock fue grande y las hormonas no ayudan nada, ahí estaba, conectada a muchas máquinas, durmiendo tranquilamente y entonces  una parte de mi se sentía feliz, otra no, no paraba de preguntarme por que a mi, porque no podía tener a mi hija conmigo, ni tan siquiera cogerla en brazos. El 24 no fue  mi mejor dia, solo me daba por llorar, navidad, sin mi pequeña al lado, y fuera de mi ciudad.

El 26 lunes me dieron a mi el alta (bueno la suplique yo) demasiados bebés llorando en planta y yo con mi pequeña lejos, iba a verla 4 veces al dia, y a dejar mi leche, era un poco fría la situación, no le podía dar el pecho, pero yo insistí en sacarme la leche y que lo poquito que le dieran fuera mía.

Esa tarde llego un momento especial, cuando pase a verla, me dieron la oportunidad de cogerla en brazos, pasas por todos los estados, euforia, emoción, miedo....era tan frágil y tenía tantos cables....pero por fin pudimos sentirnos mutuamente.

Los días pasaron y como estaba estable nos cambiaron a neonatos, allí las cosas eran mucho mejor, le podía dar el biberón, cambiar el pañal, te sigues sintiendo mamá a medias, pero ves que el regreso a casa está más cerca.

Y llegó la tarde de reyes, donde una enfermera me hizo el mejor regalo de reyes de mi vida, me pregunto si quería intentar poner Aroa al pecho (las estadísticas decían que, si primero sonda y luego biberón
, la peque no iba querer pecho) por supuesto dije que si. Y nos costó, pero lo conseguimos, deje de sentirme un poco ordeñadora, para sentirme mas mama.

Con tantos dias ingresada a papa guerrero se le termino la baja por paternidad y tuvo que  volverse a Ourense a trabajar,  fue duro dejarnos allí, pero aun no teniamos fecha de alta.

Y un dia llegue como cualquier otro con mis botes de la leche que me sacaba por la noche y me dieron la noticia, Nos daban el alta, no me lo podía creer, ahora si que empezaba mi vida como MAMA entera.

Cuando llegamos a casita, habia muchisimas personas, toda esa gente que normalmente te va poco a poco a ver cuando das a luz, pues yo los tenia a todos juntos y revueltos en casa......Si por fin en CASA